jueves, 4 de noviembre de 2010

HISTORIA DEL UWI (CHONTADURO)

Cuenta le leyenda que en lo más profundo de la selva junto a los animales y las plantas habitaban los hombres pero estos eran atacados por el temible Iwia, entonces para evitar ser exterminados, sus dioses les otorgaron el poder de todos los espíritus de la selva, a cambio de que los hombres la cuidaran. Así surgió un pueblo de hombres valientes y mujeres hermosas, el espíritu de la selva hecho hombre, el pueblo de los Shuar.
Por miles de años el poder y el conocimiento de los espíritus de la selva ha sido custodiado por el Uwishin, sabio maestro, curandero y guía espiritual. El es la máxima autoridad ya que su cuerpo ha adquirido el Arutam, el espíritu guiador. Es así como el Uwishin no morirá como cualquier ser terrenal, sino cuando el mismo lo decida y cuando lo haga se convertirá en espíritu y vivirá en los ríos, las cascadas y los árboles.
Es que para los Shuar este mundo en que vivimos no es real, sino solo una estación de paso hacia el verdadero, el de los espíritus y para ingresar a él existe una puerta de entrada; la Ayahuasca, una poderosa planta hecha brebaje que produce efectos alucinógenos a quienes la toman y les permiten alcanzar a estados superiores de conciencia, tener contacto con sus dioses y ancestros en un mundo donde el futuro y el pasado son los mismo, ya que el tiempo no existe.
Al entrar en contacto con el hombre blanco alrededor de 1960 los Shuar fueron llamados jíbaros y considerados salvajes por practicar el Ritual de la Tzantza. La secreta técnica de reducir la cabeza de sus enemigos a fin de poder preservarla como trofeo de guerra y mantener cautivo para siempre al espíritu rival. Con la intervención de las misiones evangélicas esta extraordinaria  práctica les fue prohibida. Sin embargo sus secretos todavía sobreviven en lo profundo del pueblo Shuar y para conocerlos hay que adentrarse en la Amazonía.
La casa Shuar tiene forma elíptica, es construida con madera de chonta y cubierta por hojas de palma; su piso es de tierra y un solo espacio es a la vez la cocina, comedor, sala y dormitorio.
Una heliconia, la más hermosa y significativa flor de la selva es sencilla pero emotiva para la  ceremonia.

La selva es para los niños Shuar a la vez maestra de juegos y de aprendizaje; mientras los pequeños se divierten con sus amigos los insectos Manchis y Bobos, descubren con sus propias manos la importancia del más pequeño de los seres.
El abuelo con fibras vegetales confecciona las chanquinas, canastas en las que transportan sus alimentos.

Mientras las mujeres con sumo cuidado toman del follaje las hojas de bijao la que sirve para preparar servirá sus alimentos. Estas hojas sirven también como platos donde poner y servir la comida.
Es que la selva, nos dijeron, les provee de todo lo necesario para vivir, no necesitamos más.
Traducción del Shuar: La risa es lo que nos diferencia de las otras culturas amazónicas, los Shuar somos hombres bravos, la risa de nuestras mujeres nos relaja, sino existiera esa risa podríamos llegar a matarnos entre nosotros mismos.
En las tardes empieza las  ceremonias, pintar con achiote los rostros de quienes realizarán la cosecha de la chonta, una manera de fortalecer el espíritu y buscar protección para que el ser supremo no les mate durante este ritual.

Traducción del Shuar: Si no te pinto puedes accidentarte durante el año, es necesario que estés bien protegida.
Antes de pisar la selva virgen, es preciso someterse a una limpia.
Todo acto en la vida de los Shuar está lleno de simbolismos, esta limpia por ejemplo se realiza con agua de tabaco por que es esa planta impide a los espíritus malignos entrar en el hombre.

Traducción del Shuar: para visitar la selva se debemos  tener un espíritu puro, porque la selva es pura.

Uno de los platos mas apetecidos por los Shuar es el Mukindi, gusano que vive dentro del tronco del árbol de la Chonta y que es rico en proteínas. 

El  tiempo de Uwi, tiempo de Abundancia. En el mes de Mayo los árboles de chonta están cargados de este fruto que contiene al dios de la abundancia a Uwi, y hay que cantarle en son de agradecimiento para que los dones de la tierra nunca falten.

La cosecha se convierte en una fiesta que inicia la celebración de UWI, hay que transportan a la vivienda hasta el último de los frutos, porque en cada uno de ellos está la divinidad.
Todos los días los Shuar se levantan a las tres de la mañana.  El soplar de los cuernos es el llamado para que los hombres se acerquen a tomar el agua de guayusa. Esa es la manera de purificar el espíritu por si durante la noche a través de un mal sueño los espíritus malignos hayan debilitado al Shuar.

Uno tras otro los varones shuar expulsan las malas energías a través del vómito, el espíritu y el cuerpo quedaron limpios.

Las mujeres inician el día preparando la chicha de yuca y antes de que salga el sol el Uwishin imparte sus sabios consejos a los jóvenes quienes deberán internarse en lo más profundo de la selva para allí encontrar su Arutam, el espíritu guiador. Deberán recorrer un camino agotador y lleno de peligro y  para ello, la chicha es fuente de fortaleza.

La chonta se empieza a cocinar a las cinco de la mañana y en la tarde ha terminado su proceso de fermentación….es decir esta lista.  El ritual de preparar la chicha de chonta es el único en el que participa toda la familia.

Una vez cocinada y pelada la chonta, se realiza lo que ellas llaman embocada. Es decir llevarse a la boca un poco de pulpa de chonta, masticarla para que obtenga la textura adecuada y endulzarla con la saliva antes de escupirla.

El Uwishin deberá dar el visto bueno para que la chicha de chonta se termine de preparar con las bendiciones de los dioses.

En la noche a partir de la 19:00 pm aproximadamente se inicia otro ritual vital…el momento culminante del a fiesta del UWI.   Solo quienes tienen preparación previa pueden participar para evitar que el espíritu Uwi se enoje.
Los elegidos realizan con mucha devoción rondas y cantos alrededor de la chonta para que el dios de la abundancia, nunca deje de visitar la selva.

Durante 6 horas, hombres y mujeres no se soltaran ni se sentaran ya que si eso sucede, podrían morir.


 
La selva se está quedando sin espíritus, por ahora de la explotación q existe.


Pero a pesar de todo hay que festejar con alegría porque a las 2 de la mañana la chicha de chonta está lista, lo que significa que UWI, el dios del a abundancia les visitará una vez mas el  año que viene.
Esta esperanza  mantendrá vivos a los Shuar, será el pilar sobre el que se sostendrán, al igual que sobre su riqueza cultural, su risa y profundas tradiciones.

Pero ellos tienen la dramática certeza de que si el hombre de la ciudad  continúa arrasando con la selva.
 “La tierra se va a acabar”, y con ella todos nosotros.
 

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